Ayer me volvieron a tantear, uno de los abogados del gabinete jurídico de la empresa, para los que tengo hecha -aún sin finalizar, pero funcionando desde hace más de un año- una aplicación de control de los asuntos jurídicos (El famoso CARAJO), me preguntó si esa aplicación era utilizable fuera de la empresa. Al principio no lo entendí:
- "Claro, en tu casa con tu portátil, sin problemas".
-No, - me contestó- me refiero a fuera del entorno de la empresa. Para otra empresa, vamos.
-¡Ah! ¡Te refieres a instalarla en otro gabinete de abogados!... Claro que se puede. La instalación tendría que hacerla yo, porque no tengo hecho ningún programa de migración y los usuarios tendrían, por supuesto, que cambiarse a Linux... pero poderse, se puede, claro.
-Es que hay por ahí algunos colegas que la han visto en funcionamiento y están muy interesados. Si quieres te pongo en contacto con ello y les cobrar lo que les tengas que cobrar.
-El program es gratis -le digo... y aquí empieza la reflexión del por qué os cuento este rollo.
-¡No hombre! ¡Tú lo has hecho, es tuyo y tienes que cobrarlo!
-No puedo cobrarlo. Mira, las herramientas con las que lo he hecho son gratis, la gente que me ha ayudado y apoyado a entenderlas y usarlas lo ha hecho de forma desinteresada y el tiempo que dediqué a desarrollarla y me lo pagó esta empresa. No puedo cobrar dos veces el mismo trabajo. Les cobraría sólo el tiempo de instalación, puesta en marcha y asesoramiento, pero el programa es gratis... " - y la conversación se extendió más de media hora.
Mi compañero no podía entender que algo útil y funcional que está ayudando enormemente a la gestión de los temas jurídicos sea gratis. No podía entenderlo y punto.
El mecantilismo, la ambición y el que todo en el universo se mida por dinero está tan impreso en nuestras cabezas que, oiga, lo del software libre como que lo tiene crudo.
¿Ser ayudado?... Conejudo ¿Aprender Gratis?... maravilloso pero... ¿Darlo gratis? ¡¡¿Tú eres tonto o qué, colega?!!
Argumentos como: "¡Son gente con pasta, tío! ¡Te pagan lo que les pidas sin pestañear!" "Me da igual la pasta que tengan no puedo cobrar dos veces lo mismo". "¡TÚ ERES TONTO! ¡No entiendes nada de qué va el juego! Así te va a ir en la vida...
A lo mejor soy, somos tontos... a lo mejor es que jugamos a un juego distinto al suyo...
¿Vosotros qué opináis?