Emerjo del retiro para desear que todos estéis bien capeando el temporal que nos ha caído encima y para plantearos un problemilla sobre la Raspberry Pi:
Esto de la cuarentena me tiene la casa de llena de gente que teletrabaja y a los que el encierro pilló sin sus ordenadores, por lo que les he prestado mi sobremesa y el portátil de mi mujer. He pensado que este es el momento perfecto para amortizar la Raspberry Pi 4 2B (cito de memoria el numerito. La de 2GB de RAM, vamos) que me regaló uno de mis hijos y que tenía muerta de risa en un cajón y le he instalado Raspbian (el último basado en Debian Buster, creo). Todo maravilloso, le he conectado el docker con un disco de 3 TB y gracias san SSH tengo acceso a todo lo que quiero y necesito y hasta me he planteado utilizarla como ordenata de sobremesa, ahora que lo que hago básicamente es escribir, porque gasta nada y no hace ruido.
He conseguido hacer todo, todo lo que quiero con ella, Servidor FTP, controlar las cámaras de seguridad, compiladores (gambas 12.2 en los repositorios de raspbian), toíto... salvo ver el Netflix o el HBO... y el calibre, claro (que la biblio de 77.000 libros pesa mogollón y me ha dado miedo instalarlo) hace un par de años lo conseguí, sin mucha dificultad con la raspberry Pi 3 que me tocó en el sorteo del portal y que almaceno en algún cajón por ahí, pero ahora no consigo que las malditas páginas me hagan caso. ¿Alguien lo ha conseguido?
El sistema con el que lo conseguí con la Pi 3 era, resumiendo: Añadirle a Chromium las librerías de los DRM del Chrome e instalar un complemento al Chromium que le cambia la cadena de identificación, diciendo que es Chrome última versión.
Con Pi 3 funcionó de maravilla, pero aquí, como que tururú, no sé si es que han hecho las webs más "listas" o qué.
Agradecería una ayudita.
Saludos.